Ante el reciente debate sobre la entrega de los libros de texto gratuitos, Adán Augusto López Hernández, aspirante a la Coordinación Nacional de los Comités en defensa de la Cuarta Transformación, acusó que varios gobernadores “conservadores” están detrás de intentos de bloquear su distribución.
En una asamblea informativa llevada a cabo en Cuautitlán, Estado de México, López Hernández resaltó la educación pública como “un derecho fundamental que como mexicanos hemos fortalecido”, mostrando su preocupación hacia los que pretenden interrumpir el suministro de estos valiosos recursos educativos.
“Ahora ante la embestida en la cual están confabulados gobernadores, gobernadoras, la de Aguascalientes; la de Chihuahua, que es la más rancia representante del conservadurismo, de la politiquería y la deshonestidad en este país, aliada con los ministros conservadores. ¿Cuándo habíamos visto que un juez, un magistrado, un ministro conservador detuviera o intentara detener la distribución de los libros de texto gratuitos?”, cuestionó.
No es la primera vez que López Hernández se muestra como firme defensor de la educación pública ante los embates conservadores. Sin embargo, es el único de las “corcholatas” de Morena que ha dado férrea defensa a la embestida de la derecha, a la educación pública en México.
Durante su paso por la entidad, el político originario de Tabasco, quien según algunas encuestas emerge como uno de los favoritos para ser el candidato de Morena en 2024, aseguró que los esfuerzos por detener la entrega de estos libros serán en vano.
Delante de un gran número de asistentes, López Hernández compartió la introducción de uno de estos libros, reiterando el compromiso del actual gobierno con una educación integral, pública y sin costo.
El extracto compartido por el político decía: “No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro», decía el poeta andaluz Federico García Lorca, asesinado por pensar diferente y por desear un mundo mejor para los suyos, para los humildes, para quienes aún conservan un alma pura, solidaria que no discrimina a las personas por su color de piel, su género, sus preferencias sexuales o por no tener un peso en la bolsa. Era un soñador, un idealista, creía que la cultura sería la llave para el cambio; creía en los libros. ¿Tú aún crees en ellos?”.